lunes, 24 de marzo de 2014

Lo que te encuentras en un borrador y que en su día no publicaste.

¿La era de la mediocridad?
A raíz de mi práctica en el Tai Chi le ando dando vueltas a algo que se palpa en toda la sociedad. Ahora todo se hace deprisa, nadie invierte tiempo ni esfuerzo en alcanzar una meta; dinero sí. Cuando nos cobran mucho por algo lo consideramos de mejor categoría, entendemos que detrás hay un esfuerzo que hay que recompensar.
Quizá la gente sí estuviese dispuesta a invertir en tiempo y esfuerzo si los encargados de enseñar la disciplina que sea no se empeñasen constantemente en recordarte cada momento, que hagas lo que hagas no llegarás nunca (sin precisar a dónde), pues ya parten de la base de que nunca te esfuerzas lo suficiente y que la "santidad" sólo está reservada a unos pocos escogidos (todo es siempre muy complicado). Que además tienes que aprender el conjunto global de algo que hace siglos está en nuestro mundo (con razón nos crece el cerebro) y que si tu intención no es la misma que aquel que lo engendró en su momento, en una época diferente a la tuya, y siendo él (generalmente) de sexo distinto al tuyo, no llegarás nunca. De palabra sí dicen que se adaptan a los tiempos, pero los hechos son otros: miran constantemente cómo era y en qué se ha convertido ahora, que por supuesto siempre es peor. Quizá por eso la gente ya no se esfuerza, ¿para qué?. Has hecho la carrera, el master, los idiomas, las nuevas tecnologías... nunca llega y total no has alcanzado grandes cosas. Si no tienes escrúpulos, sí.
Otros que no han pretendido ser tan ilustrados, que simplemente se plantearon cómo sobrevivir en este mundo, han llegado más lejos en su pequeño mundo porque han alcanzado su propia santidad.
Por eso todo se ha empezado a valorar en dinero, así justificamos un esfuerzo; pero no tiene por qué coincidir con la realidad.
Esos mismos que tanto buscan el tiempo y el esfuerzo en conseguir una meta, luego no valoran al que pone empeño en ello si no le resulta rentable (hay que vivir, te dicen) y para justificarse ya tienen claro que total tú no vas a llegar (??) porque es muy complicado. Pero si llegas a tener el dinero las complicaciones desaparecen, pues ves como aquel que no esforzándose ni la mitad que tú, sí puede (ha pagado).
Las cosas tienen tendencia a descafeinarse porque de no ser así sería imposible llegar a nada; pero además esa supuesta pérdida de base es relativa porque cada época impone cosas nuevas que siempre que aparecen se condenan por sistema (salvo que den dinero) pero que con el tiempo muchas acaban siendo género de culto de futuras generaciones.
Esos sabios de mi época que conocen la verdad absoluta y hablan de mediocridad en todo lo que hacen los demás

La importancia del no apego

Quería hoy colgar aquí la forma de 73 de Yang Li, pero el video que me gusta, el de ella ejecutándola, no es posible ponerlo.
Se me ha ido entonces la cabeza a otra cosa que lleva el finde dándome vueltas. Porque aunque hay cosas de tu pasado que parecen eternas en tu alma, eso no significa que exista un futuro o un presente que sostenga tal eternidad.
Allí me han bautizado, he hecho la comunión... la confirmación no, me pilló lejos; pero me he ido a casar, a bautizar a mis niños.... allí están enterrados mis antepasados.... no todos, de algunos hasta tenemos dudas de que reposen en suelo sagrado. He vivido una infancia donde la sensación de pueblo era auténtica, porque todos, o la mayoría, participaban de las cosas. El caso que todo eso que forma parte de mi historia y que se recuerda con cariño, parece un poco nublado porque el presente me lleva a apartarme del sitio; hay quien se empeña en afear, en ensuciar las cosas, en hacer que los demás se sientan incómodos...
En otra época de mi vida me hubiese indignado, y me hubiese dolido. Hoy no. El pasado no me lo quita nadie; el presente lo gestiono yo, con lo cual, mi apego al pasado no es más que un recordar mi parcela de historia sin esperar para nada que otros la respeten.... para eso ya estoy yo. Otros sitios habrá, otras situaciones vendrán... por eso no es bueno quedarse pegado a nada que se pueda tocar, pues es tan efímero como nuestra carne.... tendremos alma por alguna razón, digo yo....
Del futuro, ¿qué decir?, supongo que será el resultado de lo ya pasado y de lo que haya en el presente... lo que sea...