domingo, 4 de octubre de 2015






LO AUTÉNTICO

El tema de lo "auténtico" reconozco que me da un poco de miedo. No debería ser así porque a priori lo que inspira es algo bueno, que no engaña; de fiar, vamos. Sin embargo cuando lo "auténtico" se utliza como exclusión, el tema cambia.

"Auténtico" era en mi niñez el cristianismo y por supuesto la religión católica, hasta el extremo de que el resto de la humanidad se condenaría en el infierno. Que ya hay que tenerlos muy bien puestos (al varón predicante de tal afirmación me refiero) para decir algo así y acto seguido el "amaos los unos a los otros" y encima olvidar todo lo A.C.

Supongo que con esa misma idea de autenticidad una raza, una lengua, una nacionalidad, etc etc, suben por encima de las demás, que para eso hubo alguien que fue el primero y por tanto el "auténtico".

Por mucho que se esfuercen es muy difícil probar las "autenticidades", porque ninguno de los que las proclaman han estado en el origen de los tiempos. Los textos mienten, se manipulan, se pierden y reaparecen. Y la tradición oral también. 

Pero vamos a suponer que efectivamente tenemos al "auténtico" entre nosotros; el desprestigiar a los "hijos" que el "auténtico" ha generado, es como poner en cuestión al "auténtico" en sí mismo. Porque no hay cosa más bonita que crecer y dar fruto. Si al "auténtico" se le castra pierde su fuerza. Que además engendre hijos diferentes es de lo más positivo que le puede suceder, porque la variedad enriquece.

Y ya centrándome en el Universo del Taichi, el practicar el "auténtico" (sea cual fuere, porque cada uno tiene el suyo), el practicar tambíen a sus supuestos "hijos", primos y demás familia resulta que es un ejercicio de crecimiento importante en el taichi personal. Habrá quien diga que eso no es cierto, entre ellos grandes maestros y demás estudiados. Y esto a mí me recuerda a aquel ginecólogo, hombre, que explicaba que los dolores menstruales eran psicológicos; si él los padecía eran psicológicos sin duda. Quiero decir con esto que en la práctica es preciso el SENTIR; si no lo sientes es que algo no estás haciendo correctamente o que no tienes la capacidad necesaria para sentirlo. Un ginecólogo hombre podrá hablar de lo que ha estudiado, leído, visto, escuchado, intuído incluso, pero no de lo que ha sentido en el cuerpo de una mujer.

Mi "auténtico" yo, que es un cúmulo de genes, hormonas, experiencias, recuerdos, enseñanzas, morales...de diversa índole y procedencia, considera que ciertas cosas "auténticas" porque alguien las ha autorizado y legalizado obedecen demasiadas veces a intereses de unos pocos, en los que no entra el mirar por la libertad y felicidad de los demás.

La pena, como siempre, es que la masa es altamente manipulable. Como individuos todos tienen un juicio y una sabiduría crítico-constructiva que dentro de la masa no se ve ni se siente.

Quizá el camino sea que el educador se eduque primero.


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