jueves, 12 de noviembre de 2015

MI PEQUEÑO MUNDO SIN MI


Muchos de los agobios modernos proceden de
creernos el ombligo del mundo, el considerarnos
imprescindibles.

Hacer un simple ejercicio imaginando cómo sería
nuestro pequeño mundo sin nosotros, quizá nos
ayudase a eliminar miedos, egoísmos y vanidades.

Aunque parte de ese pequeño mundo desapareciese
porque nosotros no estamos, el resto del mundo
seguiría igual su camino.

Aunque nos digan lo mucho que nos quieren, los
demás continuarán adelante sin nosotros.

Aunque lo que hayamos creado desaparezca con
nosotros, otras creaciones de otros ocuparán nuestro
sitio.

Esto no quiere decir que mientras estemos nuestra
labor no sea importante, sólo digo que no es imprescindible.

También es verdad que siendo esto así, a algunos,
cuando faltan, se les echa mucho más de menos que
a otros.

Por eso las cosas que creamos, lo que hacemos, a
quien más le sirve para algo es a nosotros mismos;
sintiéndonos bien de esta forma, hacemos sentir
bien a los demás mientras nos toque estar entre
ellos.

Por eso, hay que crear y hacer, para que tu parcela
de mundo sea un bonito campo y no un desierto.
¿Qué desaparecerá y el mundo seguirá girando?,
por supuesto; pero mientras esté que se vea florecido
y bello, no árido y desagradable.

El taichi favorece nuestro florecer.
"MATREM TAICHI" . Benita Míllara

No hay comentarios:

Publicar un comentario